El ácido salicílico al 2% es un potente exfoliante que penetra profundamente en los poros para eliminar el exceso de grasa, células muertas y suciedad que pueden causar brotes de acné. Este beta-hidroxiácido (BHA) es ideal para pieles propensas al acné, ya que ayuda a reducir la inflamación, el enrojecimiento y las imperfecciones, al tiempo que previene futuros brotes. Su acción exfoliante suave promueve una piel más clara, suave y uniforme, mejorando la textura y la apariencia general de la piel.

El aceite de árbol de té al 3% es conocido por sus poderosas propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias, lo que lo convierte en un ingrediente altamente eficaz para combatir el acné. Este aceite natural ayuda a reducir la cantidad de bacterias que causan el acné, al tiempo que calma la piel irritada y reduce el enrojecimiento y la inflamación asociados con los brotes. Además, el aceite de árbol de té ayuda a controlar la producción de sebo, manteniendo la piel equilibrada y libre de exceso de grasa.

El caolín es una arcilla suave y natural que absorbe el exceso de grasa y limpia profundamente los poros sin irritar la piel. Ideal para pieles propensas al acné y sensibles, el caolín ayuda a eliminar las impurezas y toxinas de la piel, minimizando la apariencia de los poros y dejando la piel más suave y equilibrada. Su capacidad para calmar y purificar la piel hace que sea un ingrediente perfecto para un sérum antiacné, ayudando a mantener la piel fresca y libre de imperfecciones.